"Estrellas fugaces" es el nombre que la gente ha usado durante muchos
siglos para referirse a los meteoros, intensos flashes de luces que se
mueven producidos por pequeños trozos de rocas interplanetarias y
escombros colisionando e incendiándose al entrar en las capas altas de
la atmósfera terrestre. Viajando a miles de kilómetros por hora, estás
fragmentos de rocas se queman rápidamente por fricción con la atmósfera a
una altura entre 45 y 120 kilómetros de altura sobre el suelo. Casi
todos se destruyen en este proceso, y los pocos que sobreviven y
alcanzan el suelo se conocen como meteoritos.